Adara Molinero, ganadora del reality Gran Hermano VIP7, regresó este sábado por la tarde a su casa de Palma. Ante una nube de periodistas, que aguardaron durante todo el día en la terminal de llegadas del aeropuerto de Son Sant Joan, y numerosos curiosos que esperaban la llegada de familiares, Adara se convirtió en el centro de atención.
Entre aplausos y piropos, Adara se fue abriendo camino ante las cámaras de televisión y los periodistas, llevando dos pesadas maletas hasta la parada de taxis. Durante el camino, la ganadora de esta edición de GH VIP7 no contestó a ninguna de las decenas de preguntas que le hicieron los reporteros.
Adara confesó, en exclusiva, a una revista que viene a Palma para pasar las Navidades junto a su hijo, de pocos meses de edad, y a dar explicaciones a su pareja, Hugo.