Pese a que Papá Noel está presente en muchos hogares, el belén lo está en más. Es más nuestro, ¿saben? Y la tradición tiene su peso específico, por mucho que guste lo que nos llega de fuera.
Además el belén, sobre todo el hogareño, el que hacemos en casa, se puede reducir a la mínima expresión: Jesús en la cuna, rodeado de José y María y de la burra y el buey dentro o, si no, al lado de una cueva hecha con corcho –incluso sin ella–, y una estrella que guía a los Reyes de Oriente, que no aparecen, pues están todavía muy lejos.
Este sería el caso de los belenes que han montado el actor Joan Carles Bestard y el dúo Voicello en sus respectivos domicilios, y estos, con dos cirios a modo de estrella.
Por su parte, otro actor –además de autor y director de teatro–, Miquel Fullana, ha optado por el belén tradicional, con la cueva del Nacimiento, casitas, figuritas, Reyes Magos, montañas de corcho, luces, etc, que ocupa más espacio que el de los otros, y también lleva más tiempo hacerlo. «Pero es que al tener nietos o hijos pequeños, y como les gusta el belén con muchas figuritas...». Hay que decir que algunos, como Bestard y Fullana, además de belén, tienen en casa, «porque al fin y al cabo ocupa poco espacio, a Papá Noel, que a los niños –dice éste– también les gusta. Y como en Nochebuena suele caer algún que otro regalo, es bueno que también esté en casa».
Hay también belenes originales y con mensaje. Entre los primeros está el del director de cine Marcos Cabotá que, como gran fan que es de la Guerra de las Galaxias, «mi Navidad es muy galáctica, por lo que mi belén también lo es, belén en el que están Darth Vader, Yoda y R2-D2, y en vez de cueva se cobijan en una casa semi destruida y... Puestos ya, coloco al lado un árbol de Navidad con unos pequeños adornos. Hago este belén desde hace muchos años; tantos, que ya ni me acuerdo».
Con mensaje
Y en cuanto belenes con mensaje, ahí les dejamos el que ha hecho Jaume Santandreu, que pueden ver en Marginàlia, la nave que Can Gazá tiene en el polígono para sobrevivir gracias a lo que venden en ella. Es un belén al que le ha puesto el título de Belén ahogado en un mar podrido, en el que se ve una balsa de goma, con agua, y en ella, hundidos, una calavera, una Virgen con el Niño, varios negros, un angelito...
«Todo lo que tenemos en el fondo del Mediterráneo», dice Santandreu, que luego nos hace fijar en unos dibujos colgados de un soporte, junto a la balsa, y que representan a una madre, con su hijo, que caen desde un barco al mar. «¿Dónde está Europa?», le pregunta el crío en la caída. «En el fondo del mar», le contesta ella. Es un belén reivindicativo, pues simboliza a los que mueren en el mar tratando de buscar la libertad lejos de la tierra que los vio nacer.
La Navidad tiene belenes para todos los gustos
Si hay algo que siempre está presente en las Navidades de este país, son los belenes y los villancicos y en mucho hogares también el Papá Noel. Incluso en algunos, sobre todo en los que se suelen hacer regalos por Nochebuena y Navidad, ambos.
Y en cuanto a los belenes, suelen ser con muchas figuritas; sobre todo, en las casas donde hay gente menuda, o el belén solo con el Niño, sus padres y la mula y el buey. Ocupan menos espacio, y también simbolizan la Navidad. Y hay también belenes reivindicativos... De todo un poco en cada casa.