Este domingo, en Son Sardina, fue un día que en el calendario viene de rojo, y no porque fuera domingo, sino porque se celebraban las fiestas patronales, en las que las cossieres son las grandes protagonistas.
A diferencia de otros pueblos y ciudades que los tienen, las Cossieres de Son Sardina, que salieron de l' Escola de ball de bot de dicha localidad hace 38 años, son mujeres, exactamente siete mujeres, y una de ellas es la Dama, que representa el bien. Luego están los dimonis –que son todo lo contrario a la Dama– y los sonadors, o xeremiers.
Dicho lo cual, y que las mujeres se reúnen una vez cada semana para ensayar los bailes que ofrecieron ayer, estos se desarrollaron de acuerdo al siguiente orden: a las 10 de la mañana, antes de la misa solemne, y en el Cami de Passatemps, bailaron por primera vez el Ball de vuit, y un cuarto de hora después se repitió en Ca n' Esperança.
Mas tarde, en el transcurso de la misa, se bailó el Ball de l' Oferta, que las jóvenes de Son Sardina interpretaron por primera vez en 1981, con motivo del día del Corpus. Una vez concluida la misa, y de nuevo fuera del templo, en la plaza que hay frente a este, bailaron el Ball de Defora, que incorporaron a su repertorio en 2001, y el Ball des Cós, también por primera vez. Según nos comentaron, que las cossieres bailen en las fiestas patronales y del verano, junto con los dominis y los sonadors, es por un simple motivo: reivindicar el papel de la mujer en las fiestas populares no solo de Son Sardina, donde desde siempre las figuras de las cossieres y de la Dama han estado reservadas para las mujeres, sino de toda Mallorca. Por otra parte, se reivindica también la danza como patrimonio e identidad del pueblo.