El Mallorca Planetarium de Costitx ha celebrado este sábado el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Sus responsables organizaron un coloquio con Joan Rosselló, ingeniero y adjunto a la dirección de Operaciones de Air Europa y el profesor de astronomía Amado Carbonell. El centenar de asistentes también pudo disfrutar de una réplica a escala real del L.E.M (Lunar Excursion Module), el módulo lunar que sirvió como vehículo espacial para el alunizaje en el satélite.
Rosselló habla con pasión de la misión espacial más famosa de la historia. «Los vuelos anteriores al Apolo 11 sirvieron para acumular experiencia que más tarde se emplearía en la operación final. Los astronautas eran gente brillante con una gran preparación. Llevaron a cabo su cometido de la manera que se esperaba de ellos», afirma el ingeniero.
«Fue un esfuerzo titánico en cuanto a lo científico y a lo tecnológico. Muchísima gente tomó parte de este proyecto. Se calcula que alrededor de 400.000 personas participaron en el programa Apolo y más de 20.000 universidades de todo el mundo. A pesar de no tener ordenadores, consiguieron unas máquinas muy perfeccionadas. También tuvo mucho mérito la interacción de los astronautas con la nave. Hubo momentos en los que su aportación fue clave y dieron el tono para que la misión pudiera discurrir de manera correcta», explica Rosselló.
Preguntado por las teorías que afirman que la llegada a la luna fue una farsa, el ponente sostiene que «son historias que circulan mucho y, desgraciadamente, con éxito. Yo lo compararía con los que piensan que la Tierra es plana, o a la gente que no acude al médico porque no cree en la medicina moderna; o a los que no se vacunan. Creo que es un síntoma de ignorancia. Más de 400.000 personas participaron en este proyecto hace 50 años; si hubiera sido un montaje cualquiera de los involucrados hubiera corrido la voz».
La presidenta del Govern, Francina Armengol, por su parte, expresó este sábado que el suceso «recuerda la importancia de invertir en I+D+i».