Cuatrocientos fabricantes de alimentos, supermercados, cadenas de restaurantes, empresas de «catering» y del sector del «vending» firmaron este martes un plan impulsado por el Ministerio de Sanidad para reducir en un 10 % el contenido de azúcar, grasas y sal en cerca de 4.000 alimentos de cara a 2020.
El Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los alimentos y bebidas se gestó a principios de febrero de 2018, pero su puesta en marcha necesitaba de la ratificación de los 20 convenios suscritos con las asociaciones patronales tras recibir el visto bueno de la Abogacía del Estado y Hacienda.
Proyecto
El proyecto se circunscribe a trece grupos de alimentos y bebidas (aperitivos, refrescos, bollería, cereales de desayuno infantil, cremas, derivados cárnicos, galletas, helados, néctares, pan envasado, platos preparados, productos lácteos y salsas) y establece compromisos concretos de reducción de sal, azúcar y grasas para cada uno de ellos a través de la reformulación de sus recetas.
La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, calificó como un «hito» esta iniciativa, a la que se han sumado finalmente 398 empresas. «Hay que reconocer el enorme esfuerzo de la industria, es un paso muy importante para lograr el objetivo de conseguir una alimentación más saludable para toda la ciudadanía», dijo Carcedo.
La titular de Sanidad consideró este acuerdo «un ejemplo de colaboración público-privada» e informó de que la Organización Mundial de la Salud «lo incluirá entre las buenas prácticas a recomendar en los próximos meses».