Decimos adiós al año 2018 y damos, tras las tradicionales doce campanadas, la bienvenida al 2019. Unos lo celebran en familia, con amigos o parejas frente al televisor, otros en la plaza del pueblo, Cort o en restaurantes u hoteles. Lo cierto que esta medianoche, tras doce segundos de silencio, habrá un estruendo de desbordada alegría y las líneas móviles se volverán a colapsar.
Para desear la entrada de un feliz y próspero año 2019, a modo de reportaje, hemos querido ilustrarlo con dos rostros muy conocidos de Mallorca. El humorista Agustín ‘El Casta' y la cantante y presentadora Victoria Maldi. Una divertida y navideña sesión fotográfica en pleno Passeig del Born, destino de fiesta para muchos esta Nochevieja.
En varias ocasiones, ellos han sido los encargados en dar las tradicionales doce campanadas a los espectadores del canal autonómico, entrando en miles de hogares. Es una experiencia que recuerdan como «es algo inolvidable», asegura Victoria Maldi, quien esta noche lo celebrará en casa, junto a sus seres queridos, al igual que Agustín ‘El Casta' quien confiesa sentirse en uno de sus mejores momentos profesionales.
Es una velada donde Maldi asegura «le doy más importancia a quienes me acompañan esta noche que al marisco, pero lo que nunca falta en Nochevieja es el cotillón y las doce uvas». De pequeña, Victoria Maldi «pedía deseos y propósitos, ahora me conformo con tener salud y trabajo. Por otro lado al nuevo año le pido un poco de cordura en general». Aunque Santa Claus, pasó por su casa en Nochebuena ella confiesa ser más de los Reyes Magos, «pero hace años que no les escribo. Como mucho, si puedo les envío un wasap pidiendo viajar por placer a Camboya».
‘Bonen Festen!'
Quien está rebosante de júbilo, y en uno de sus mejores momentos tantos profesionales como personales, es Agustín ‘El Casta'. Unas navidades más, ha causado que muchas mandíbulas se desencajaran con su especial Navidad, Bonen Festen!, desde el Auditorium de Palma o durante el año con su show en Café Cala Gamba. Agustín pasará esta Nochevieja, «en capilla. Porque mañana, Año Nuevo, tengo función. Me reuniré con un grupo pequeño de amigos y a las tres de la madrugada, máximo, ya estaré en la cama».
Él se encarga de poner el cava, «y toda la vida coincidiendo con las doce campanadas, tomo una uva y me han dado mucha suerte Los deseos los dejo para mi cumpleaños. Tampoco meto un anillo en la copa de cava, que es una marranada, ni ropa interior roja. No importa el color, importa la limpieza», asegura divertido Agustín.