«Vivir de los videojuegos es posible y cada vez lo será más», afirmó Guillermo Mañas, responsable de la sección de patrocinio de los E-sports de Movistar. Mañas viajó desde a Madrid a Palma para impartir una masterclass sobre E-sports dirigida a padres de niños que juegan y compiten entre sí con videojuegos, y que quieren saber las características de un sector que puede convertirse en una carrera profesional, tal y como lo son los deportes convencionales.
Para Mañas, los E-sports son «la capa competitiva de los videojuegos. Es donde la gente compite en una serie de videojuegos concretos para ser los mejores. Es un ecosistema de un sector que se encuentra en pleno crecimiento y que su progreso avanza exponencialmente».
A los padres de potenciales campeones de los videojuegos competitivos «les explicamos cómo es este fenómeno, para que entiendan un poco más cómo lo ven sus hijos, y puedan ayudarles a tomar las mejores decisiones. Les ponemos el ejemplo de Movistar Riders, que es el ejemplo de equipo profesionalizado que tenemos en el sector. Con él se demuestra la existencia de salidas profesionales, cómo este club ha llegado para quedarse, y que el equipo puede tener un salario y vivir de esto».
El aspecto económico es uno de los puntos importantes de esta experiencia: «A los padres les explicamos que hay vías normales para ganarse la vida con esto. Lógicamente, no todo el mundo puede ser Messi u Ocelote (referente nacional en el mundo de los E-sports), pero es un sector grande, en crecimiento, y al que te puedes dedicar a este mundo sin ser un top».
Aunque Mañas no puede desvelar qué cantidades puede ganar un rider, sí explica que un jugador ‘normal' ingresa una cantidad similar a un salario medio. «Luego está la capa de los super pros, como el coreano Faker, que cobra dos millones al año».