Es habitual escuchar a alguien quejarse de alguna dolencia. «Me duele el codo», «tengo dolor de cabeza», «me molestan los lumbares», y un sin fin de expresiones como estas. Más allá del «debo haber dormido mal» o «he hecho un mal movimiento», existe una explicación científica a estos problemas. Muchas veces estos síntomas tienen un origen visceral, es decir, hay algún órgano interno que no acaba de estar bien.
La osteopatía puede convertirse en un aliado para combatir estos síntomas que pueden desencadenar patologías más graves. Laura Pont, fisioterapeuta y osteópata, explica con detalle esta especialidad, que cada vez tiene un mayor reconocimiento oficial.
¿Qué es la osteopatía?
La osteopatía nació a finales del siglo XIX por un médico cirujano llamado Andrew Taylor Still. Es una metodología terapéutica basada en los conocimientos de la anatomía y la fisiología humana. Se centra en realizar un diagnóstico exhaustivo del paciente relacionando la dolencia actual, los antecedentes quirúrgicos, las enfermedades y los antecedentes traumáticos, para así poder hacer un tratamiento global y llegar al origen del dolor.
¿Cuáles son las principales demandas que se encuentra en la consulta?
Normalmente, los pacientes que vienen suelen ser aquellos que tienen un mal estructural, es decir, un dolor en un músculo, ligamento, tendón, etc. Ya que son los síntomas con los que la mayoría de gente relaciona la osteopatía. Muchos se sorprenden cuando descubren que su dolor de hombro, por ejemplo, tiene su origen en el hígado. La mayoría de gente se asusta con esta afirmación, ya que normalmente se piensa que si un órgano está enfermo es que tiene una úlcera, un tumor, etc. Cuando un osteópata se refiere a un órgano, lo hace siempre desde su ámbito; cuando hay problemas médicos, el indicado para diagnosticar y tratar el problema, es este. Cuando un osteópata se refiere a un órgano, no es porque no funciona bien.
¿Qué puede afectar al aumento de estos síntomas?
El cuerpo humano es muy sabio y siempre busca proteger las estructuras más importantes con las que no son de vital importancia, como la musculatura. La relación visceral con las estructuras a distancia, tienen su explicación en la anatomía humana. Una manera muy simplificada de explicarlo, es que un órgano comparte un segmento de su nervio con otra zona distante de él y, si el órgano se inflama por varios motivos, esta información viaja hacia el cerebro a través de este nervio y todas las estructuras por donde lleva información se ven afectadas. Suele denominarse dolor referido.
¿Cómo ayuda la osteopatía?
La osteopatía se basa en un diagnóstico global. Es necesario revisar otras estructuras para ver que el cuerpo funciona bien. El cuerpo es un todo, no se puede segmentar en partes. En osteopatía hay tres tipos de técnicas: las estructurales, dirigidas a las estructuras como los músculos, tendones y ligamentos; las viscerales, dirigidas a restablecer el correcto funcionamiento de los órganos y, por último, el tratamiento craneal, donde se tratan las estructuras del cráneo. Normalmente, en una sesión se combinan los tres tipos de técnicas. Ahora bien, el osteópata es el encargado de hacer un buen tratamiento y elegir las técnicas más adecuadas para paciente, teniendo en cuenta la patología, la edad y las contraindicaciones que pueda presentar.
Hay mucha gente escéptica con esta rama de la fisioterapia, ¿qué les diría y por qué cree que sucede?
No me extraña que las haya. La verdad es que hay mucho intrusismo y se escuchan contar barbaridades. Ahora bien, si se trata de un osteópata bien formado, y con ello me refiero que sea un fisioterapeuta con una formación de osteopatía, no debería haber ningún problema. Otra gente no se acaba de fiar por desconocimiento del tema.
En los últimos años, la osteopatía ha cogido fuerza, ya que ha aparecido muchos estudios científicos que justifican la fiabilidad de esta especialidad.
¿En qué otros casos estaría indiciada la osteopatía?
Tiene un abanico de posibilidades muy grande. Se puede tratar desde a un recién nacido hasta a ancianos. En los bebés, lo más común, es tratar las tortícolis, las deformidades craneales, la displasia de cadera o el pie zambo.
En los adultos, aparte de las dolencias citadas antes, la osteopatía tiene un gran efecto sobre las migrañas, dolor de cabeza, problemas de la boca, sinusitis, etc. Así como también hernias de hiato, acidez, reflujo, estreñimiento y otras alteraciones intestinales.
¿Cómo ayuda a la prevención de otras enfermedades?
Las posturas que se adoptan a lo largo del día, el estrés o, simplemente, la colocación de una ortodoncia o plantillas, hacen unos cambios importantes en nuestro cuerpo que pueden derivar en lesiones. La osteopatía preventiva hace una evaluación del cuerpo global para revisar si todas las estructuras tienen un correcto funcionamiento.
¿Qué consejos daría para llevar una vida sin dolores?
En un estilo de vida saludable intervienen muchos factores. Es muy importante la alimentación, cada vez que se come el cuerpo hace un reconocimiento de qué es lo que entra dentro del organismo. La base de una buena dieta es comer alimentos naturales y no productos refinados. Estos últimos contienen una serie de elementos con los que el organismo tiene que luchar.
Otro factor es el ejercicio físico, el cuerpo humano no está pensado para estar la mayor parte del día sentado en una oficina o en un sofá. Para que el organismo funcione, necesita movimiento. Para compensar las horas que se está sentado, es imprescindible tener una rutina de ejercicio adecuada a cada persona. Además, el descanso es necesario para tener una buena salud. El cuerpo necesita una media de ocho horas para descansar y poder regenerar todos los tejidos dañados durante el día.
El último factor es la gestión del estrés. En periodos cortos de tiempo, es incluso beneficioso para nuestro cuerpo, pero de manera constante es de los peores enemigos que tenemos.
En definitiva, alimentarse bien, estar en forma y sólo preocuparse por las cosas más importantes es el secreto para llevar una vida saludable.