Durante la Navidad, se torna prácticamente imposible no consumir alimentos ricos en azúcares y grasas, como el turrón o los mazapanes. Según advierte Eva María Bautista, nutricionista de Blua de Sanitas, «se recomienda evitar todos aquellos alimentos procesados, con azúcares y grasas vegetales de mala calidad, así como el alcohol», es decir, lo importante es «mantener, en la medida de lo posible, las mismas pautas alimenticias saludables que en el resto del año».
Para conseguir no acabar con nuestros buenos hábitos en el periodo navideño nos ofrece una serie de trucos para minimizar al máximo los excesos que cometemos durante la Navidad:
No dejes de hacer ejercicio: empieza el día con deporte, 45 minutos diarios ayudarán a contrarrestar los excesos navideños y además reducirán la sensación de apetito, puesto que el deporte combate la ansiedad. No es necesario hacer grandes esfuerzos, una caminata diaria contrarrestará los efectos de los excesos navideños.
Come cinco veces al día: aunque suene contradictorio es una estrategia para evitar los atracones. Si continúas con la costumbre de hacer cinco ingestas diarias llegaremos a las cenas navideñas sin sensación de hambre, lo que hará que consumamos menos cantidad.
Mastica despacio: comer rápido significa comer más, por lo que masticar con calma cada bocado evita las grandes comilonas y te ayudará a evitar empachos.
¿Carne o pescado?: prioriza el pescado para consumir menos carne roja, tan típica de estas fiestas. Además, trata de evitar platos muy condimentados y con grasas. Si te encargas tú del menú familiar de Nochebuena, cocina pescado al horno, sabroso y saludable.
Turrón, sí, pero con moderación: la ingesta de alimentos con alto nivel de azúcares no solo es perjudicial para tu relación con la báscula, sino que también lo es para tu salud general y también para tu salud bucodental. “El control de una dieta saludable, que incluya zumos, frutas, verduras y agua abundante, ayuda a prevenir patologías orales, a lo que hay que añadir una notable reducción de la ingesta de alimentos y bebidas azucaradas, ya que aumentan considerablemente los niveles de ácido que dañan los dientes” explica Patricia Zubeldia, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental.
Bebe, bebe y vuelve a beber… agua: brinda por la llegada de las Fiestas y del Año Nuevo, pero hazlo con moderación. El alcohol es una importante fuente de calorías por lo que si no quieres engordar en Navidad, tu mejor aliado será el agua.
La compensación, el secreto del éxito: disfrutar de las cenas y comidas navideñas es posible si tras ellas moderas tu alimentación. Es decir, tras la comida de Año Nuevo, come verduras y fruta que te ayuden a compensar los excesos.
La báscula te dará pistas sobre tus próximos pasos: no hay que obsesionarse con el peso, pero tampoco es conveniente perderlo de vista. Por esto, pésate un par de veces durante las semanas de Navidad. El resultado de la báscula te dará una pista de cómo de exigente has de ser contigo mismo en la próxima cena.