Un plato de 'Lubina a la mallorquina con costra de hierbas y su jardín' puede valerle al joven cocinero balear Antonio Oliver una plaza entre las promesas culinarias de la prestigiosa marca gastronómica Le Cordon Bleu.
Oliver, de 25 años, estudia en la actualidad un grado medio de cocina en el IES Juníper Serra de Palma, pero si su propuesta se encuentra entre las elegidas entraría a formar parte de una de las mejores escuelas del mundo.
Al igual que lo hiciera hace un año otro isleño, Santiago Andrés Herrera, el alumno mallorquín es uno de los cincuenta preseleccionados de toda España que optan a alzarse con la IV edición del premio 'Promesas de alta cocina'.
Para ello deberá superar una fase inicial, donde todos los usuarios pueden apoyar su receta favorita a modo de jurado popular.
El nombre de los diez finalistas se conocerá el próximo 1 de marzo, y aquellos que lo consigan deberán poner a prueba su plato delante de un exigente jurado, formado por expertos chefs propuestos por la centenaria firma parisina, que cultiva la tradición gastronómica aderezada con las últimas tendencias y tecnologías adaptadas al sector.