La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha realizado una «petición urgente» a los países desarrollados para que donen 324 millones de euros (500 millones de dólares) en las próximas cuatro semanas y poder mantener la ayuda a los 73 millones de personas de 80 países a las que proporciona alimentos.
Según señala el rotativo Financial Times, Naciones Unidas ha advertido de que si no llega la ayuda, el 1 de mayo se verá obligada a racionar la distribución de alimentos a las personas que dependen de la ayuda internacional «para subsistir». Una carta enviada por la directora de la FAO, Josette Sheeran, a los países donantes de la ONU, advierte que el riesgo de verse obligada a reducir la ayuda es inminente.
Los productos básicos han visto aumentar su precio un 20 por ciento en el último mes, y también han aumentado los costes de distribución tras alcanzar el barril de petróleo los 100 dólares. Sheeran advierte a los países ricos que no es previsible que los precios bajen en los próximos meses.
Estados Unidos es el país que más dinero dona a Naciones Unidas, con 1.100 millones de dólares en 2007, mientras que la Unión Europea proporciona 250 millones y Canadá 160. En el año 2000, la FAO gastó 1.700 millones de dólares, mientras que con la ayuda que pide situará el presupuesto en 3.400 millones para este año.
El precio de productos básicos en los mercados de materias primas ha aumentado en los últimos meses como consecuencia, entre otras razones, del aumento de la demanda en los países en vías de desarrollo.
La escalada del precio del arroz supone un nuevo manantial de ingresos para Tailandia y Vietnam, los mayores exportadores, pero para el resto de los países de Asia que son importadores, es como una bomba de relojería que amenaza con desatar el caos social.
En Filipinas o India, y hasta en la alejada isla de Fiyi, pocas cosas son más importantes que el arroz, alimento básico de la dieta de decenas de miles de millones de asiáticos que se quejan de que cada día les cuesta más dinero alimentarse.