CARLOS MÍNGUEZ-MADRID
«Un mínimo de dos y un máximo de cinco hijos». Esa era la previsión que, medio en broma medio en serio y ante decenas de periodistas, hacía el Príncipe de Asturias el día que pidió la mano de doña Letizia. Ayer dio a luz ese «mínimo» y es otra niña. La segunda hija de los Príncipes de Asturias, Infanta de España y Alteza Real como su hermana mayor, Leonor, nacía ayer en Madrid poco después -casualidades de la vida- de la entrada en vigor de la Ley de Igualdad. El nacimiento del octavo nieto de los Reyes se ha producido entre lágrimas de Letizia y la demostración de fuerza y voluntad de la Princesa.
A mediados de noviembre, los Príncipes de Asturias rompían con un protocolo no escrito de las casas reales y, tras la confirmación médica, anunciaban que el bebé que esperaban era otra niña. Doña Sofía advertía horas después que, a lo mejor, a los Príncipes les pasaba lo mismo que a ella y al Rey: que primero tuvieron dos niñas y luego un niño.
El 12 de octubre, en la recepción con motivo de la Fiesta Nacional que los Reyes ofrecen todos los años en el Palacio Real, don Felipe ya había comentado que, si se consideraba oportuno y dado que el debate estaba en la calle, él y su esposa estaban dispuestos a desvelar el sexo de su segundo hijo, aunque como padres preferían no saberlo. Así había sido con su hija Leonor. Tan sorpresivo anuncio zanjó todo tipo de especulaciones sobre el sexo del bebé y evitó nuevas polémicas acerca de la anunciada y aplazada reforma de la Constitución para poner fin a la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona.La Casa del Rey anunciaba el segundo embarazo de la Princesa el 25 de septiembre a media tarde, diez días después del 34 cumpleaños de doña Letizia. Precedido, al igual que cuando nació Leonor, por mensajes telefónicos dirigidos a los periodistas que siguen habitualmente a la Familia Real, el comunicado era hecho público antes de cumplirse tres meses de gestación, rompiendo así una costumbre de las familias reales.