JUAN LARA-EL VATICANO
El Papa Benedicto XVI pronunció ayer el primer Mensaje de Navidad
de su Pontificado, en el que pidió la construcción de un nuevo
orden mundial basado en relaciones éticas y económicas justas, y
exhortó a los pueblos de Latinoamérica a vivir en paz y
concordia.
«Hombre moderno, adulto y, sin embargo, a veces débil en el pensamiento y en la voluntad, ¡déjate llevar de la mano por el Niño de Belén, no temas, fíate de El! La fuerza vivificante de su luz te alienta a comprometerte en la construcción de un nuevo orden mundial fundado sobre relaciones éticas y económicas justas», afirmó Joseph Ratzinger en el tradicional -para él nuevo- Mensaje de Navidad.
Ante varias decenas de miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro en una mañana fría, lluviosa y desapacible, el Pontífice exhortó a los pueblos a ser una «familia» llamada a construir vínculos de confianza y ayuda mutua.
«Una humanidad unida podrá afrontar los numerosos y preocupantes problemas del momento actual: desde la acechanza terrorista a las condiciones de pobreza humillante en la que viven millones de seres humanos, desde la proliferación de las armas a las pandemias y al deterioro ambiental que amenaza el futuro del planeta», precisó el Papa.
En un mensaje en el que la palabra más pronunciada fue «paz», el obispo de Roma alentó a los hombres a trabajar por la paz y el desarrollo integral de Africa, «oponiéndose a las luchas fratricidas», y lograr así -subrayó- la consolidación de los procesos políticos todavía frágiles.
Joseph Ratzinger no olvidó la tragedia de Darfur y pidió que se salvaguarden los más elementales derechos humanos de las personas que se encuentran en trágicas condiciones, como los habitantes de esa región sudanesa y de otras regiones de Africa Central.
Tampoco olvidó América Latina y Benedicto XVI, que tiene previsto viajar a Brasil en mayo de 2007, hizo votos para que los pueblos de esa zona vivan «en paz y concordia».