AGENCIAS-MÓNACO
A dos días de la muerte del príncipe Rainiero, el marido de la
princesa Carolina de Mónaco, Ernesto de Hannover, se encontraba
ayer gravemente enfermo en la Unidad de Cuidados Intensivos de un
hospital monegasco. El príncipe fue internado el lunes en el
hospital Princesa Gracia de Mónaco por una infección aguda del
hígado y el páncreas, informó el palacio de Mónaco en un
comunicado. «El estado de su salud es grave, pero no es
irreversible» añadió. Previamente, fuentes del mismo hospital y
palacio habían asegurado que Ernesto había caído en coma el martes
por la noche, pocas horas después de la muerte de Rainiero. Sin
embargo, el palacio monegasco no hizo ninguna mención al coma en su
comunicado.
Se da la circunstancia de que Ernesto ya había sido hospitalizado en junio de 2000 por un malestar luego de una fiesta de gala en el castillo de Celle (Alemania) con motivo del día nacional de Mónaco.
Ernesto Augusto de Hannover, duque de Brunswick y Luneburg, se casó con Carolina de Mónaco en enero de 1999. Ambos tienen una hija, la pequeña Alejandra. El jefe de la casa Hannover, vinculada con la familia real española y con los Windsor, tiene dos hijos de su primer matrimonio: Ernesto Augusto, de 20 años, y Christian, de 18. Los problemas de Ernesto probablemente reavivarán la discusión en torno al mito de que existe una maldición sobre la dinastía Grimaldi que gobierna en Mónaco desde hace siete siglos, según el cual familia real no va a tener nunca matrimonios largos y con éxito. Rainiero, que murió el miércoles a los 81 años, será enterrado el próximo viernes junto a su esposa, la actriz de Hollywood Grace Kelly. El príncipe Ernesto, de 51 años, ha acaparado los titulares de la prensa sensacionalista alemana por su explosivo temperamento. Fue sentenciado a pagar 445.000 euros (575.000 dólares) en multas el pasado noviembre por golpear al propietario de un club alemán en una zona turística de Kenia. También fue acusado de dar una patada a un fotógrafo y de insultar a periodistas. El periódico Bild citó a Monika, princesa de Hannover, la madrastra del príncipe, diciendo que Ernesto estaba en el hospital, pero no dio detalles sobre su estado de salud.