El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, instó ayer a todos los obispos a posicionarse en contra de las iniciativas sociales que plantea el Gobierno como el matrimonio entre homosexuales, el divorcio rápido o la reforma educativa, asegurando que la Iglesia no busca confrontación y que está abierta al diálogo con el Gobierno. El PSOE dijo estar dispuesto a ese diálogo aunque desde la verdad: «la religión es un derecho que está garantizado; de la eutanasia sólo habla la Iglesia y el aborto está ahora en la misma situación que en los ocho años de Gobierno del PP», subrayó el secretario de Organización del partido, José Blanco.
Rouco Varela dio esa directriz durante un duro discurso con el que inauguró ayer la LXXXIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal en el que instó a los obispos a tomar conciencia de la vigencia y urgencia de la misión pastoral de la Iglesia en la actual coyuntura política.
Se refirió al derecho a la vida y a la necesidad de garantizar su protección jurídica. «Abrir puertas a la desprotección del derecho a la vida es dar alas a los abusos de los más fuertes», destacó. A su juicio, esto es lo que ha sucedido con la «legalización del aborto». Es más, entiende que en la actualidad «nos encontramos en la pendiente resbaladiza que conduce del aborto a la eutanasia». Rouco sitúa en este mismo ámbito la investigación con células madre y «el uso de los embriones como cobayas».
El presidente de la Conferencia Episcopal entiende que «la promoción del derecho a la vida va muy unida a la del bien integral del matrimonio y de la familia». «Las relaciones sexuales no son simplemente un asunto privado (...) son ante todo la dimensión básica de la socialidad humana», subraya.