La madrugada de mañana domingo, día 31 de octubre, comenzará el horario de invierno, cuando los relojes deberán atrasarse sesenta minutos (a las 03.00 serán las 02.00 horas), una «ganancia» de una hora que se traducirá en que por la mañana amanecerá más «temprano» y que oscurecerá antes. El cambio se realiza en aplicación de la Novena Directiva que rige el denominado Cambio de Hora, que entró en vigor en 2002, y que afecta a todos los países miembros de la Unión Europea. El cambio de hora empezó a generalizarse, aunque de modo desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunas naciones decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz solar y consumir así menos electricidad en iluminación.
El ahorro en iluminación en el sector doméstico debido al cambio de hora puede representar en España un cinco por ciento. Si el consumo medio de una familia española es de 3.200 kilovatios hora, el ahorro sería de más de seis euros por hogar.