EFE - MÀLAGA
La aventura del mono capuchino «King Kong» que hace dos días se
coló en el Centro de Seguridad y Higiene en el Trabajo de Málaga,
concluyó ayer en una tienda cercana al edificio, donde fue
capturado por un vecino, y ahora será trasladado al zoológico de
Fuengirola para ser cuidado por especialistas.
«King Kong estaba muy nervioso y me enseñaba los dientes, por lo que daba mucho respeto», explicó a los periodistas el hombre que lo atrapó echándole un trapo por encima, y que posteriormente lo entregó a la Guardia Civil.
Según un portavoz del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) del instituto armado, el hambre ha sido el motivo por el que el mono abandonó su escondite. Al ser una especie protegida, lo más seguro es que quede en manos del zoológico de Fuengirola, ya que los veterinarios de este centro han colaborado en el rescate.
«No es adecuado ni normal que un particular tenga un animal de este tipo en su casa», por lo que «King Kong» ha sido decomisado y está a disposición de la aduana, señaló el portavoz de la Guardia Civil, que adelantó que se abrirán diligencias penales «para ver si hay indicio de delito».
El director del Centro en el que ha permanecido escondido el mono durante estos días, Francisco Muñoz, señaló que el dueño del animal estuvo ayer todo el día en el edificio y que se encontraba «asustado y con pena». El animal ha permanecido escondido en un falso techo de escayola del edificio, situación que ha dificultado aún más la captura, ya que esta estructura no soportaría el peso de una persona.