El alcalde de Maó, Arturo Bagur, justificó ayer el aumento generalizado de impuestos y tasas municipales por la falta de apoyo que achacó a las administraciones balear y de Madrid, además de por «el incremento y mejora de los servicios que los ciudadanos de Maó van a disfrutar a partir de enero».
Del Gobierno afirmó que «la supresión del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) nos ha dejado con unos 600.000 euros menos de ingresos al año. Entre esto y la congelación del Fons de Cooperació Municipal del Govern, se nos están quitando todos los recursos para que las administraciones municipales funcionemos». En relación al IAE, la Teniente de Alcalde de Servicios Generales y Económicos, Margarita Mercadal, remató con que «estamos dejados de la mano del Gobierno de Madrid». Además, Bagur arremetió con dureza contra el Govern balear por el mencionado Fons de Cooperació Municipal, que prevé un menor aumento de recursos para Maó de lo que esperaba el equipo de gobierno local tras las promesas hechas por el anterior govern del Pacte. Éste había comprometido duplicar la partida para el Fons. Según Bagur, «el Govern ha roto el pacto tácito que se había cerrado con la Federación de Entidades Locales de Balears; sólo espero que en la próxima asamblea de ésta haya un cambio de actitud; no digo de presidencia, pero sí de actitud».
Contra la administración Matas, el alcalde socialista apuntó que «apenas hay previstos recursos para infraestructuras deportivas, pero en cambio no les importa comprarse un equipo ciclista». Fuera del plano deportivo, Bagur fue un poco más lejos y tildó de «penoso, como si fuese un nuevo Bienvenido Mister Marshal», la aparición del actor norteamericano Michael Douglas en la Feria londinense de Turismo «para promocionar Mallorca». El alcalde de Maó aún tuvo tiempo en la rueda de prensa previa al pleno de anoche a acordarse de su colega Alberto Ruíz Gallardón: «Si queremos aumentar un 50% el IBI de las viviendas desocupadas, es una idea que primero intentó poner en práctica el alcalde de Madrid; lo que pasa es que difícilmente se atreverá a llevarla a la práctica porque ya se ha echado atrás». Bagur también lamentó que la aplicación de esta medida quede pendiente de que el Gobierno establezca una normativa definitiva para determinar cuáles son pisos vacíos, y cuáles no.