Las concentraciones de plutonio y de americio radioactivos en el plancton de la costa de Palomares (Almería) registran una actividad unas cinco veces más elevada que la media de otras muestras del Mediterráneo, según un estudio elaborado por investigadores del Departamento de Física y del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). No obstante, los niveles de radiactividad «están dentro de los márgenes de seguridad». En concreto, los investigadores han comparado muestras del golfo de Vera (en la zona de Palomares, Almería), de la playa de Garrucha (Almería), de Mallorca, del golfo de Sant Jordi (Baix Ebre), de la costa de Barcelona y del golfo de León (Francia).
Esta radiactividad es consecuencia de la contaminación residual del accidente aéreo ocurrido el 17 de enero de 1966, al chocar dos aviones militares estadounidenses en la costa de Palomares (Almería), uno de ellos cargado con cuatro bombas nucleares.
El plancton de la costa de Palomares, obtenido a 50 metros de profundidad, contiene 2.046 unidades (milibécquerels por kilogramo de plancton secado), mientras que la media de radiactividad presente en el plancton del Mediterráneo occidental se sitúa entorno a las 452 unidades, es decir, cinco veces menos.
Se trata de una cifra situada «dentro de los márgenes de seguridad» que recomienda la Agencia Internacional de la Energía Atómica, según informa la universidad en un comunicado. Sin embargo, recuerda que la zona «no está exenta de la contaminación residual» procedente del accidente que tuvo lugar el 17 de enero de 1966, cuando un bombardero B-52 cargado con cuatro bombas nucleares y el avión que le abastecía de fuel, ambos de los EUA, colisionaron en pleno vuelo.