Hace ya más de año y medio que el euro se convirtió en la nueva moneda europea y, por tanto, española y todavía quedan 332.000 millones de pesetas en billetes y monedas por canjear, según los últimos datos del Banco de España.
Ello implica que el 4 por ciento de las pesetas en circulación hasta el 31 de diciembre de 2001 permanecen en manos de coleccionistas, turistas extranjeros u olvidadas en algún rincón, y cada vez es más improbable que vuelvan al Banco de España, sobre todo, las monedas.
A finales de junio pasado, el 33,7 por ciento de las monedas que había en circulación cuando llegó el euro (con un valor aproximado de 848 millones de euros) no habían sido retiradas de la calle, porque son objetos muy codiciados por los coleccionistas por su mejor perdurabilidad y porque los ciudadanos no hacen esfuerzo alguno teniendo en cuenta su reducido valor. En cambio, el importe de billetes no canjeados alcanza los 1.223 millones de euros, tan sólo el 2,6 por ciento del total.