La joven de 15 años que se encuentra embarazada y cuyos padres se oponían inicialmente a que tuviese el bebé, podrá finalmente dar a luz después de que la familia de la menor y la del novio hayan llegado a un acuerdo. Según informaron fuentes judiciales, el acuerdo se alcanzó ayer tarde, después de que el juez reuniese a ambas familias y pactasen finalmente que la joven siga adelante con su embarazo. Este caso comenzó hace unos días, cuando la menor comunicó a sus padres que estaba embarazada y que ella y su novio, de 18 años, habían decidido tener el bebé.
En un principio los padres de la chica le dijeron que debía abortar, pero los padres del novio apoyaron a la pareja y denunciaron a los padres de la joven por inducción al aborto. Los padres del novio acudieron al titular del Juzgado número tres de Ferrol, José Luis Aulet Barros, para demandar su auxilio ante las supuestas amenazas de los familiares de la joven para que ésta interrumpiera el embarazo.
Fuentes de la investigación llevada a cabo por orden del juzgado explicaron que ante esta situación, el juez Aulet, acompañado del médico forense y de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, se trasladó en la noche del pasado martes al domicilio de la joven, en Ferrol. Según estas fuentes, la primera medida adoptada por el juez fue el traslado de la menor a casa de unos familiares en la parroquia de Redes, en el ayuntamiento coruñés de Ares, ya que tanto ésta como su novio no querían recurrir al aborto.
Sin embargo, ayer tarde, y tras una reunión en el juzgado de Ferrol, se cerraron las diligencias y las dos familias decidieron que la joven siga adelante con el embarazo y tenga el bebé. La medida adoptada por el juez de separar a la joven de sus padres estaba encaminada a respaldar el criterio de la menor, que se encuentra en las primeras fases de gestación. En todo caso, una intervención judicial, en ningún caso supone la retirada de la patria potestad.