En lo que va de agosto, se han registrado tres fallecimientos por legionella, dos conocidos ayer en Mataró y Vizcaya, respectivamente, y más de 50 casos por efectos de esta bacteria en las comunidades autónomas catalana, valenciana y vasca.
Una mujer de 83 años que ingresó el domingo en el hospital de Mataró y que padecía problemas cardiovasculares ha resultado la primera víctima del brote de legionella detectado la semana pasada en esta localidad barcelonesa, informó ayer tarde el conseller de Sanidad de la Generalitat catalana, Eduard Rius. También informó de que el número de afectados por este brote se eleva ya a 38 personas, de las que 31 permanecen ingresadas en el hospital de Mataró, dos de ellas en estado grave, de 82 y 83 años, una en la UCI. Las autoridades sanitarias han comprobado que el origen del brote son cuatro torres de refrigeración situadas en el barrio de Cerdanyola de Mataró.
El Servicio de Neurología del hospital de Cruces ha detectado dos casos de legionella en Vizcaya, y uno de los pacientes afectados ha fallecido por causa de una grave patología cardio-respiratoria y renal previa. El fallecido, de 71 años, murió el domingo, mientras que el segundo afectado ha recibido el alta médica y se encuentra en su domicilio.
En Jaén, la Delegación de Salud apuntó ayer al balneario de Reolid, en Albacete, como el «factor de riesgo más claro» en el caso de un vecino de Villacarrillo (Jaén), de 77 años, que falleció el pasado 5 de agosto por legionella tras haber pasado 13 días en esas instalaciones. No obstante, la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha no ha encontrado ningún foco.