La delegada de Médicos del Mundo en Andalucía, Teresa González, alertó ayer de las «precarias condiciones» de algunos de los centros de internamiento a los que van a trasladar a parte de los inmigrantes desalojados de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) a los que se ha incoado expedientes de expulsión. Se espera que las expulsiones se hagan efectivas en los próximos 30 ó 40 días. El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, cree que en torno a 70 inmigrantes tienen posibilidades de conseguir la regularización de su situación.
González declaró que el centro de Ceuta «está colapsado» y el de Málaga «tiene un régimen totalmente carcelario y además, está medio en ruinas». Asimismo, la delegada de Médicos del Mundo denunció que no han sido informados de la ubicación concreta de cada inmigrante, «aunque tenemos prevista una reunión para que nos faciliten estos datos, ya que muchos amigos de estas personas nos han llamado para preguntarnos por su paradero».
Según González, los inmigrantes manifestaron estar muy angustiados porque sólo sabían que iban a ir a centros de internamiento, pero no cuanto tiempo iban a permanecer en ellos», explicó. Además, a los inmigrantes les preocupaba no poder comunicarse con sus familias y amigos, «pues, mientras cualquier delincuente común tiene derecho a hacer una llamada, no es seguro que a ellos les dejaran realizarla».