El Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo, que se podrá empezar a aplicar tras el verano, prevé aumentar la fiscalidad del tabaco, prohibir su publicidad y promover los espacios sin humo en las empresas para reducir el actual porcentaje de fumadores, 34'4%, al 30% en el 2007. En la víspera del Día Mundial Sin Tabaco, la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, participó en la entrega de premios del concurso «Deporte sin tabaco. Juega limpio» y destacó el ligero descenso de fumadores en España desde 1987, cuando fumaba el 38'1%, pero también destacó el aumento de las mujeres fumadoras, que han pasado del 23 al 27'2%.
Para rebajar estos índices, evitar que las nuevas generaciones se inicien en el hábito de fumar, facilitar la deshabituación y proteger a los fumadores pasivos el Ministerio de Sanidad tiene listo ya un plan nacional consensuado con el resto de administraciones y con las sociedades científicas y que analizarán las Comunidades Autónomas en julio. Según el Plan, los 18 años será la edad mínima para comprar tabaco, se suprimirán las máquinas expendedoras y se prohibirá la venta de cigarrillos sueltos.
Los centros docentes, sanitarios, públicos y de ocio serán «espacios libres de humo de tabaco» y se prohibirá también la publicidad directa, indirecta y el patrocinio del tabaco. El documento establece la implantación de medidas fiscales nacionales para aumentar el precio del tabaco, que quedaría excluido del cómputo del Índice de Precios al Consumo (IPC), y numerosas acciones educativas para implicar sobre todo a padres, docentes, sanitarios y líderes sociales.
Para facilitar el abandono del tabaco, se potenciará la actuación de los médicos y se propone incluir tratamientos de eficacia probada entre los financiados por el sistema sanitario. Uno de los puntos centrales del Plan es proteger la salud y evitar el «tabaquismo pasivo», por lo que se informará a la población de su derecho a respirar aire no contaminado por el humo del tabaco.