La suerte del proyecto, que cuenta con el apoyo del presidente George W. Bush y que ha provocado una gran controversia en Estados Unidos, está ahora en manos del Senado, donde la iniciativa puede ser objeto de un debate todavía más intenso, según diversas fuentes legislativas. La Cámara Baja del Congreso rechazó la clonación el martes por 265 votos a favor y 162 en contra, después de que los partidarios del proyecto manifestaran que la creación de clones humanos presenta muchos dilemas morales y problemas de seguridad.
«La clonación humana es ética y moralmente ofensiva y contradice todo aquello que este país defiende», dijo el presidente del Comité Judicial de la Cámara, el republicano de Wisconsin James Sensenbrenner. «Esta es una importante victoria para el carácter santo de la vida humana», declaró Ken Connor, presidente del privado Consejo de Investigación Familiar. «Esta votación de los dos partidos en la Cámara ha expulsado a Frankenstein. Instamos ahora a que el Senado haga lo mismo», agregó.
El proyecto de ley, presentado por el republicano Dave Weldon, de Florida, indica que quienes violen la prohibición podrán ser condenados a cumplir penas de cárcel por un máximo de diez años u obligados a pagar multas de hasta un millón de dólares. Poco antes, la Cámara había rechazado, por 249 votos a 178, un proyecto alternativo respaldado por grupos médicos y de la industria de la Biotecnología que hubiese permitido la clonación para la investigación de un cierto tipo de células embrionarias (stem). «Esta cámara no debe dar luz verde a científicos locos que quieren jugar con el don de la vida», dijo el representante republicano de Oklahoma, J.C. Watts.
«La clonación es un insulto a la humanidad. Es ciencia que se ha vuelto loca», añadió el político republicano. Según los partidarios de la clonación, la prohibición es tan amplia que impedirá investigaciones médicas que hasta ahora han sido prometedoras en la lucha contra una amplia gama de enfermedades. Durante el debate se produjo un acuerdo general en cuanto a que la clonación de seres humanos debe ser prohibida, pero la controversia giró en torno a si se debe permitir que los científicos clonen embriones para conseguir de ellos las células «stem». Los científicos indicaron que estas células embrionarias se pueden convertir en cualquier otro tipo de células, desde óseas, hepáticas o cerebrales.