Múgica manifestó, ante el Congreso, su preocupación por «alarmante aumento» de fallecimientos en prisiones. Múgica compareció ante la Comisión Mixta Congreso-Senado de Relaciones con el Defensor del Pueblo para presentar el informe de la Institución referido a 1999 y que corresponde en realidad a las actuaciones del anterior titular, Fernando Àlvarez de Miranda.
Así, en su exposición sobre el informe, resaltó que la mayoría de estos casos presentan síntomas que invitan a creer que responden a una etiología suicida. «La administración penitenciaria debería renovar sus esfuerzos para detectar las conductas previsiblemente suicidas para comprobar estas formas de comportamiento», aconsejó. Fuentes de la Institución señalaron que durante 1999 se abrieron 17 investigaciones sobre suicidios en las cárceles, aunque manifestaron que el número real se desconoce y que las cifras entre la Administración y las asociaciones de presos varían.
La situación de las instituciones penitenciarias también es deficitaria en los que se refiere a las mujeres reclusas. Así, solicita a la administración que extienda a todas las cárceles las mejoras llevadas a cabo en las prisiones de hombres, y garantice así a las mujeres el adecuado tratamiento penitenciario. En este sentido, relató que se ha contado la subsistencia de medios penitenciarios anticuados con departamentos que no ofrecen las dependencias adecuadas para el alojamiento de las reclusas, que continuan siendo alojadas en dormitorios colectivos, así como una escasa oferta ocupacional de talleres que dificulta la rehabilitación a que tienen derecho.