Un jurado de Florida dictaminó que la empresa tabacalera R.J Reynolds Tobacco Co. deberá pagar una indemnización de 200.000 dólares por la muerte de una fumadora, pero absolvió a la firma de conspirar para defraudar a los consumidores de cigarrillos.
El veredicto fue dado a conocer a favor de Bob Jones, esposo de Suzanne Jones, quien murió de cáncer pulmonar en 1995, a la edad de 62 años. Bob Jones presentó una demanda contra Reynolds en 1997, argumentando que los cigarrillos Winston, una marca de esa firma, fueron fabricados defectuosamente y que ocasionaron el cáncer a su esposa. El demandante, de 70 años, se mostró satisfecho con el veredicto.