El Gobierno considera que la lotería presorteada, o lotería instantánea, que será una nueva fuente de recursos de la Hacienda Pública, no afectará a la competencia en el sector del juego y en concreto a la ONCE, que cuenta con premios más «agresivos» y con una mayor red de distribución.
Esta es la opinión que expresa el Gobierno en una respuesta parlamentaria dirigida al diputado de Izquierda Unida Pedro Antonio Ríos, después de que diversos sectores hayan mostrado su oposición a este nuevo juego del tipo «rasca y gana». El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, ya ha expresado su rechazo a esta lotería al entender que con ella se perjudicaría a los discapacitados, y el pasado 16 de octubre cerca de tres mil personas de los sindicatos UGT y UTO, mayoritario en la ONCE, firmaron un manifiesto conjunto en contra de este juego, que provocaría, a su juicio, la desestabilización del sector.
Precisamente por las discrepancias surgidas en el sector, el Gobierno ha decidido posponer la puesta en marcha de esta iniciativa hasta la próxima legislatura debido a las discrepancias surgidas, como ha reconocido el secretario de Estado de Economía y Hacienda. Sin embargo, en su respuesta parlamentaria, el Ejecutivo explica que el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado, con sus 11.000 puestos de venta, sacará la lotería instantánea como un juego complementario de la actual gama.