La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió ayer de los graves riesgos que puede entrañar para la vista observar el eclipse total de sol del próximo día 11 sin la protección necesaria. Los habitantes de Europa y de un buen número de países de Asia centrarán su atención, el próximo día 11, en el último eclipse total de sol del siglo, pero debido a la falta de precauciones se producirán numerosos casos de lesiones de retina e incluso de ceguera.
El sol es una fuente extremadamente intensa de luz visible e invisible (rayos ultravioleta, entre otros) y el cristalino actúa como una lupa, de forma que cuando se observa directamente el sol, aunque sea unos segundos, la luz que penetra en el ojo es tan concentrada que puede llegar a quemar las células de la retina, de forma que ésta queda ciega.
Además de la ceguera total pueden producirse casos de lesiones que impiden ver claramente y dificultan la lectura, ver la televisión, reconocer las caras o conducir.
Para observar un eclipse de sol, ya sea parcial o total, es
necesario usar una protección adecuada y hacerlo sin ella «es
extremadamente peligroso».
Si no se dispone de ningún medio de protección «es mejor renunciar
a mirar el eclipse pues es mucho más importante conservar la
vista». La OMS indicó las precauciones que deben adoptarse: una
posibilidad es usar un filtro solar, lo que permite reducir en más
de mil veces la intensidad luminosa que penetra en el ojo.
Estos filtros son completamente negros o con aspecto de espejo y si se dirigen hacia el sol permiten distinguir todos los detalles del eclipse según se vaya produciendo.