Hoy se cumplen 25 años del espectacular atentado de la banda terrorista ETA contra el número dos del régimen franquista, el almirante Luis Carrero Blanco, que sacudió a la dictadura española. Un cuarto de siglo más tarde, ese asesinato se recuerda como el acontecimiento que marcó el inicio de la agonía del franquismo.
El 20 de diciembre de 1973, la situación era tensa en España. Durante el día debía comenzar un importante juicio político contra diez dirigentes del sindicato de izquierda CCOO.
Como cada mañana desde hacía 30 años, el almirante Carrero Blanco, de 69 años, nombrado jefe del Gobierno seis meses antes y personaje clave del régimen desde los años 40, asistió a misa en la iglesia de los jesuitas, escoltado por la policía antidisturbios.
Poco después de las 09H30, una gigantesca explosión resonó en la calle Claudio Coello, situada detrás de la iglesia, de donde el almirante acababa de salir. Al cabo de unos minutos el automóvil de Carrero Blanco fue encontrado. La explosión lo había propulsado por encima de los tejados hasta el patio de un convento.