Sebastià Pou es un empresario de jardinería especializada en la poda de palmeras, y que entre sus aficiones se encuentra el ser un gran aficionado a los coches clásico. En la actualidad posee dos modelos en funcionamiento de la marca Seat, pues afirma que son coches que le gustan y que los ha visto desde pequeño por las carreteras.
Un modelo al que tiene gran cariño es este Seat 850 Sport de 1970, un vehículo poco habitual de la marca española, y del que no se fabricaron más que 2.500 unidades. Se trataba de un modelo deportivo y bastante exclusivo, ya que aumentaba el precio de forma considerable. El 850 fue un modelo muy popular, pero las versiones que más se vendieron fueron las berlinas de dos y cuatro puertas. Luego saldrían al mercado las tres ediciones deportivas, una de ellas sería el modelo Sport.
En cuanto al vehículo, Sebastià comenta que un primo suyo lo encontró en la Tramuntana, aunque el vehículo perteneció primero a un residente extranjero de Deià, que luego se lo vendió a un señor de Sóller y éste a su vez a nuestro protagonista, en 2014. El vehículo no estaba en buenas condiciones, es más, lo trajo de esta localidad en grúa y durante tres años lo mantuvo en el garaje esperando la oportunidad de poder restaurarlo por completo. Eso no sucedería hasta 2017.
Cuenta Sebastià que el coche ha sufrido muchas transformaciones, sobre todo en su aspecto exterior. Inicialmente era de color azul, luego pasó a ser rojo y ahora tiene este color melocotón poco habitual y característico que le da un aspecto muy diferente.
Y si el exterior ha cambiado en tres ocasiones, el resto del vehículo también ha sufrido una importante remodelación: desde la pintura pasando por el motor e incluso la tapicería.
Sebastián está orgulloso de este coche y asegura que uno de sus mayores placeres es salir los fines de semana con un grupo de amigos a pasear después de una dura semana de jornada de trabajo.