La carretera entre s’Esgleieta y Palmanyola (Ma-1140) sigue acumulando críticas vecinales por su peligrosidad, a pesar de que el actual equipo del PP en el Consell de Mallorca prometió durante esta legislatura una reforma integral. «Una chapuza más del Consell», resume indignado un residente de s’Esgleieta que transita a diario por un tramo que soporta centenares de vehículos al día.
En una reunión mantenida con representantes de la entidad local menor de Palmanyola, los responsables de Carreteras se comprometieron a ejecutar las mejoras pendientes en marzo, incluyendo un vial cívico y una rotonda de acceso. Sin embargo, medio año después, solo se ha realizado un reasfaltado que, según los vecinos, no ha solucionado los problemas reales de la vía.
Uno de los puntos más críticos es una curva peligrosa, considerada un «punto negro» por los residentes, donde un montículo de tierra reduce gravemente la visibilidad. «Al menos podrían haber quitado eso, con tan poco se ganaría mucho en seguridad», apuntan desde la zona. De hecho, en este tramo es muy frecuente que se produzcan accidentes por salidas de vía.
La falta de arcenes es otro de los déficits estructurales que genera preocupación entre conductores, ciclistas y estudiantes de la UIB que utilizan a diario la Ma-1140. «Han asfaltado pero seguimos sin arcén, y si tienes que esquivar algo, lo haces jugándote el pellejo», dicen.
El núcleo de Palmanyola está muy volcado con la demanda de que se retomen las obras originales, presupuestadas en seis millones de euros. La concejala de la entidad local menor ha anunciado que llevará el tema a pleno para exigir al Consell que cumpla lo pactado y active de inmediato la mejora del tramo.
«Del dicho al hecho hay mucho trecho», repiten los afectados, que consideran que se ha perdido una oportunidad valiosa para convertir esta vía en una carretera segura. A la vista del resultado, el asfaltado parece haber sido más un parche que una solución definitiva.
Esto Sevillano lo hubiera arreglado en un plisplas... oh wait!!