El proyecto de reforma de las infraestructuras portuarias para mejorar la imagen del muelle y de su entorno se paralizará durante cuatro meses (desde julio a octubre) para no interferir en el desarrollo de la temporada turística a la vez que para facilitar las actividades lúdicas y las ferias que se desarrollan en el puerto durante verano y otoño (fiestas del Carme, Sant Bartomeu o la Fira de la Llampuga).
Las obras de este ambicioso proyecto, que lleva años sobre la mesa, se iniciaron a principios del mes de abril y suponen una inversión de 2,2 millones de euros. Las actuaciones previstas suponen la modernización de uno de los puertos mas emblemáticos. Se incluye la demolición del actual edificio, que ya se ha realizado, y la construcción del nuevo edificio multiusos que ofrecerá servicios adaptados a la actividad portuaria y a los usuarios del puerto de Cala Rajada.
El proyecto se inició a principios del mes de abril y lleva un cierto retraso. A partir del día 11 de julio se suspenderán los trabajos que se retomarán a partir del día 15 de octubre, una vez finalidad todos los actos lúdicos. También se lleva a cabo la reordenación de usos del puerto. Y es que en la explanada convivían diferentes usos: el pesquero, pequeños cruceros y el resto de embarcaciones deportivas en tráfico. Como parte de este proyecto se prevé también la ejecución de parte de la urbanización del puerto de Cala Rajada.
Según fuentes de la Conselleria de la Mar está previsto que las obras finalicen a finales de 2025 o principios de 2026. Durante todo este tiempo el área quedará totalmente cerrada con barreras de protección para mayor seguridad de los peatones.
Las obras también han alterado las celebraciones del Carme, que impulsan los pescadores de Cala Rajada. En el espacio donde habitualmente se instala el escenario este año es imposible ya que está totalmente en obras. Desde la comisión de fiestas solicitaron a Ports IB la posibilidad de hacer cambio en una zona adyacente a la de los pescadores.
La alcaldesa, Mireia Ferrer, ha explicado a este periódico que «se solicitó permiso y se ha concedido. Se trata de adaptarse a las circunstancial actuales ya que el muelle está en obras. No es una mala ubicación si tenemos en cuenta que el escenario estará junto a la zona de pescadores y ellos la festividad del Carme». La alcaldesa también ha informado que para no afectar a la Fira de la Llampuga, que se celebra el fin de semana del 11 y 12 de octubre, las obras no se retomarán hasta el próximo día 15 de octubre. Desde la Conselleria aseguran que la pausa es para «facilitar el desarrollo normal de las actividades festivas y el uso ciudadano del espacio».