Un grupo de medio centenar de sollerics que se manifiestan independientes de las plataformas que actualmente funcionan en Sóller han llevado a cabo en la plaza una protesta relámpago contra la masificación.
Aunque la protesta pasó bastante desapercibida, algunos extranjeros presentes se encararon a los vecinos e incluso les tildaron de «racistas» por referirse a los turistas como guiris. La campaña consiste en la elaboración de camisetas con el lema «Miris on miris, tot són guiris», que incluye la imagen de un típico turista, por lo que algunos ya han calificado la iniciativa de «turismofóbica».
Este la campaña se difundió y se remitió a los medios. En una nota, estos vecinos aseguran que «pretendemos concienciar sobre la problemática que nos afecta a diario, con un toque de provocación: no queremos tener que irnos de Sóller para poder vivir dignamente».
Afirman que «no es fobia al visitante, sino de supervivencia. El turismo de masas nos expulsa de nuestra casa. Nos dificulta el acceso a la vivienda, nos desplaza de los espacios públicos, colapsa servicios básicos y transforma la vida cotidiana hasta hacerla irreconocible».