Este sábado en Felanitx no se habla de otra cosa. Cinco empresarios felanitxers -cuatro miembros de la familia Obrador ‘Pol’ y el notario Luis Bustillo- han comprado la plaza de toros La Macarena, uno de los muchos inmuebles emblemas sociales y patrimoniales del pueblo que, desde hace unos 15 años, está cerrado y abandonado.
La familia Obrador, muy conocida en los ambientes taurinos de la Isla por su gran afición a los toros, era también desde hace años encargada del mantenimiento y albañilería necesarias en el recinto. Para hacer frente a la gran inversión que supone tanto la compra del inmueble como ahora su posterior restauración, a los cuatro familiares se les ha unido el notario asturiano, aunque ya felanitxer de adopción, Luís Bustillo, con quien han constituido una sociedad para embarcarse en este ambicioso proyecto que permitirá dar una nueva vida a este edificio, que será reconvertido en un centro de ocio y cultura para el pueblo.
Este sábado, uno de los compradores, Tomeu Obrador, explicaba que «ahora la plaza de toros vuelve a ser de los felanitxers. Todo Felanitx conoce nuestro sentimiento por los toros y por esta plaza, que de una manera u otra ha estado ligada a la familia. No podíamos dejar perder esta oportunidad. Cada uno tiene sua aficiones y este es nuestro mundo».
El viernes a mediodía se firmó la compra venta. El hasta ahora propietario Pedro Balañá se desplazó desde Barcelona para firmar la escritura. Respecto a plazos y actuaciones concretas, de momento no se puede avanzar mucho, pero el proyecto está en marcha y su intención es que el próximo año, el 2026, ya pueda ser explotada culturalmente.
Sant Agustí
La Macarena está muy ligada con la fiesta de Sant Agustí. De hecho, durante décadas, antes de su cierre definitivo en el año 2008, la plaza solo se abría el día de Sant Agustí para acoger la novillada anual. Por ello, la intención de los nuevos propietarios es que el día de Sant Agustí de este año ya se pueda celebrar que el ruedo está en manos felanitxeres con una jornada de puertas abiertas y quizá algún acto lúdico.
La gota que colmó el vaso para dar este paso de compra fue el 27 de agosto de 2023, hace casi dos años, cuando un temporal derribó parte de la plaza, cayendo varias paredes a la vía pública. Pero había un obstáculo importante: la cláusula en una antigua escritura de cuando el Ajuntament la vendió en 1960 al empresario Federico Molina, que obligaba a realizar una corrida al año durante los festejos de Sant Agustí, si no, revertía al consistorio.
Hace unos meses el Ajuntament acordó retirar esta cláusula y se empezaron los trámites. Día 28 de marzo de 2025 se ha escrito una nueva página de la historia de La Macarena, y todo indica que será para bien. De hecho, ayer, tras conocerse la noticia en los bares del pueblo y en las redes sociales, muchos felanitxers se alegraban de la noticia. Los ‘Pol’ no paraban de recibir felicitaciones, aunque conocida su pasión por la plaza y los toros a la mayoría no les ha sorprendido: «no podien ser altres que la comprassin! Son los únicos que puede ponerse al frente de este barco», comentaban.
JuanY q la cultura del toro la pagen quien vaya a verla, no con mis impuestos