Si hay algo que espera con ganas Manacor es su fiesta más sentida. Las celebraciones de Sant Antoni 2025 han dado este martes el pistoletazo de salida más multitudinario con con el esperado ‘primer ball’. La plaza Ramon Llull se ha vestido con camisetas negras, hogueras y sobre todo, mucha ilusión. Era la primera vez este año que los manacorins verían bailar a sus dimonis.
Pese a la gran expectación del año anterior por el cambio de Dimoni Gros tras 39 años, y la de 2023, cuando por primera vez en la historia de la fiesta una mujer se enfundó el vestido de ‘dimoni petit’ en este mismo acto, este año las ganas de fiestas no han menguado y la gente ha respondido con creces a la tradicional cita.
A las 20.30 horas cientos de personas llenaban ya la plaza desafiando al frío. Un año más, el Patronat ha ofrecido de forma gratuita longaniza y botifarrons entre los asistentes para llenar el estómago antes del gran momento. Como ya se hizo el año pasado, el Ajuntament ha habilitado también un punto lila durante la celebración con el objetivo de evitar y dar respuesta a posibles agresiones sexuales durante la fiesta.
El ambiente se ha ido calentando por momentos, no solo por el fuego, sino porqué los asistentes han empezado a entonar las típicas canciones santantonieres y a formar los ‘rotllos’ donde poco después danzarían los dimonis. Nadie quería perderse el baile.
Mientras a fuera la espera se hacía cada vez más larga, en el Conservetori de Música municipal las figuras santantonieres iban preparándose para este primer baile, y aunque este año todos habían vivido ya este momento, los nervios seguían a flor de piel. A las 22 horas en punto, un cohete hacía estallar la fiesta. Justo después, la música de los xeremiers confirmaba que el momento había llegado. Los cuernos del Dimoni Gros, en esta ocasión encarnado por Toni Bassa, se veían desde lejos y la emoción ha invadido definitivamente la plaza que ha explotado en júbilo. Flashes, algún codazo y un público entregado han hecho las delicias de los dimonis. Joan Toni Sunyer y Toni Juan han bailado como ‘dimonis petits’ mientras que Bernat Aguiló ha representado a Sant Antoni. Mateu Juan repite como baciner.
Como siempre, el ‘primer ball’ no ha defraudado y ha servido de antesala para encarar con más ganas si cabe una de las semanas festivas más importantes para la ciudad.
Los días 16 y 17 las personas que encarnan las figuras de la fiesta rotarán y serán representadas por el resto de miembros de la ‘colla’ para «hacerlo más llevadero y poder disfrutar más de la fiesta». Cabe recordar que en 2019 el Patronat llevó cabo un curso formativo para incorporar nuevos miembros a su colla, entre los que se incluyeron también a mujeres.