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La Mostra Artesana de Pollença luce su producto local

El municipio celebra su día grande entre degustaciones, tradición y buen ambiente

Varios de los expositores de la muestra de Pollença. | Emilio Queirolo

| Pollença |

Pollença ha vivido este domingo el día más esperado de su Mostra d’Artesania, un evento que ha atraído a residentes y visitantes para disfrutar de una feria llena de productos locales y actividades culturales. La jornada comenzó con incertidumbre debido a las lluvias matutinas, que mantuvieron a todos pendientes del clima. Sin embargo, a las 9:00 horas, las nubes se disiparon y dio paso a una jornada festiva que invitó a los asistentes a recorrer las calles del municipio.

La feria comenzó oficialmente a las 10:00 horas con la recepción de las autoridades locales, que estuvieron acompañadas por los Xeremiers Orats, llenando el ambiente de música tradicional. Uno de los momentos más esperados fue la degustación organizada por la Cooperativa Pagesa de Pollença, que ofreció miel, vino y el tradicional me arrebossat por solo dos euros. Además de la posibilidad de saborear la gastronomía local, el 50% de los fondos recaudados se destinaron a la Asociación AFAMA, que trabaja en beneficio de personas con Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, lo que dio un valor añadido de solidaridad a la actividad.

Entre las 11:00 y las 13:00 horas, el Claustre de Sant Domingo acogió una demostración de llatra, una técnica artesanal tradicional de trenzado de hojas de palmera para crear cestas, esteras y otros utensilios. La demostración atrajo a un público curioso, que pudo conocer más sobre este oficio ancestral que forma parte del patrimonio cultural de la isla.

A las 12:30 horas tuvo lugar el tradicional concurso de gallos, que cada año reúne a los más entusiastas de esta peculiar competición. En el stand de la Cooperativa, los participantes presentaron sus mejores ejemplares, y los asistentes disfrutaron de este certamen, uno de los momentos más emblemáticos de la feria.

La tarde cerró con una actividad especial para los amantes de la gastronomía: un maridaje de chocolate y vino en el Claustre de Sant Domingo, que sirvió como broche de oro a un día lleno de tradiciones, cultura y buen ambiente.

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