El municipio de Muro ha vivido este domingo una jornada festiva en el marco de la Fira de la Tardor, destacando como uno de sus eventos más esperados el concurso de calabaza autóctona, que reunió a 12 participantes. A pesar de las fluctuaciones en el tamaño de las hortalizas de este año, el certamen ha sido una muestra del trabajo agrícola y la dedicación que los productores locales ponen en este cultivo tan característico de la temporada.
El ganador de este año ha sido Toni Font, quien, desde la finca de Can Font, presentó una calabaza de 30,5 kilos, llevándose el primer premio de 600 euros. Aunque la calabaza de Font no ha alcanzado el tamaño de la ganadora del año pasado, que pesó 34,3 kilos, se situó entre las cifras más altas en los últimos años. En 2022, la calabaza ganadora apenas alcanzó los 20 kilos, por lo que este año se ha registrado una mediana considerable, reflejando una cosecha más productiva.
El segundo puesto ha sido para Guillem Celià de la finca Son Pere, con una calabaza de 28,8 kilos. Su esfuerzo fue recompensado con un premio de 400 euros. Finalmente, el tercer puesto ha sido para Toni Franch, de la finca Son Serra, con una calabaza que pesó 21,4 kilos, completando así el podio de este concurso tan particular.
Cabe destacar que este año, el municipio decidió adelantar la celebración del concurso de calabazas gigantes debido a las condiciones meteorológicas excepcionales provocadas por el cambio climático. Las altas temperaturas dificultan que estas calabazas gigantes lleguen a noviembre, por lo que el concurso se adelantó a septiembre. A pesar de esta alteración, las calabazas que han resistido hasta el fin de semana fueron igualmente expuestas.
La calabaza ganadora en esta categoría fue la de Jeroni Perelló, con un impresionante peso de 314 kilos. Un dato curioso es que, en comparación con el año pasado, donde la calabaza gigante ganadora apenas alcanzó los 87,6 kilos, la de este año no solo dobló esa cifra, sino que mostró una diferencia notoria con las variedades autóctonas.