Las retenciones kilométricas que se han sido una constante durante todo el verano en los accesos a Sóller no parecen reducirse con el final de la temporada alta turística sino que todavía van a más. Cada bajada de temperatura o episodio de lluvias dispara el número de visitantes que sustituyen sus días de playa por un día de excursión a uno de los municipios más emblemático de la Serra de Tramuntana.
Curiosamente las mayores retenciones se producen entre Raixa y la gasolinera en el acceso al túnel de Sóller donde curiosamente algunos turistas optan por desviarse por el Coll de Sóller siguiendo las sugerencias de los GPs.
Hace años que los sollerics sufren los peores efectos de la masificación turística, un problema que se disparó con el rescate de la concesión del túnel de Sóller que pasó a ser gratuito en diciembre de 2017. Cada vez son más frecuentes la protestas vecinales y la plataforma SOS Sóller va ganando peso.