En un paso significativo hacia la igualdad de género, el nuevo reglamento de las fiestas de la Beata de Santa Margalida ha abierto la puerta para que las mujeres puedan participar como dimoni. Se trata de un cambio notable, ya que mientras que hasta la actualidad solo han participado hombres, el nuevo reglamento estipula que «las personas (y no hombres) interesadas tendrán que reunir los requisitos siguientes (...)». Entre la lista de condiciones tampoco hay ningún punto que especifique que los candidatos deban ser hombres.
La modificación llega después de años de debate y controversia. De hecho, en 2016, una mujer que deseaba formar parte de la organización de la fiesta fue rechazada con el argumento de que «lo que se necesitan son hombres». Esta negativa generó una cierta polémica entre los vecinos, que criticaron la discriminación de género existente en las festividades tradicionales. Aún así, también hubo sectores conservadores que aplaudieron el hecho.
A lo largo de los años, el debate sobre la participación femenina en las fiestas de la Beata ha seguido siendo un tema candente en Santa Margalida. Por tanto, la nueva normativa, aprobada el 1 de julio de 2024, representa un cambio crucial al no discriminar por cuestiones de género y permitir una mayor inclusión de mujeres tanto en la organización como en la celebración de la fiesta. Cabe destacar que este avance en Santa Margalida no es un caso aislado. En Pollença este año también se han implementado cambios similares, permitiendo que las mujeres se presenten a los distintos personajes históricos del simulacro de Moros i Cristians.
El reglamento de Santa Margalida se impulsó el año pasado, tras el incidente ocurrido en las fiestas, cuando un dimoni agredió a una mujer que participaba del acto festivo. La situación dinamitó que se elaborara un marco normativo, que tanto la oposición como la comunidad de Santa Margalida pedían desde hacía años. Por ello, alguna de las principales novedades para la presente edición es que los dimonis irán identificados. Se les pondrá un brazalete identificativo, después de haber superado una prueba de alcohol y una de drogas. Ambos tests se repetirán a lo largo de la fiesta y en caso que alguien supere los límites establecidos, será expulsado. Se trata de un documento contundente que prevé evitar agresiones como las del año pasado.