El incremento de la vigilancia por parte del Ajuntament de Bunyola en el polígono de Ses Veles ha mostrado sus resultados. Y es que en los últimos meses la Policía Local del municipio ha tramitado más de cinco sanciones con multas que oscilan entre los 600 y los 30.000 euros. De estas, tres sanciones han sido de 18.000 euros cada una, y otra ha llegado a los 30.000 euros a personas que estaban realizando vertidos ilegales.
Cabe recordar que dicho polígono arrastra desde hace años una problemática por ser una zona donde se han vertido restos de obra y trastos llegándose a acumular toneladas y toneladas de basura. La situación llegó a tal punto que el Ajuntament decidió ‘tocar la puerta' del Consell para encontrar una solución conjunta.
De este modo, mientras que el Ajuntament ha intensificado la vigilancia policial, el Consell realizó a través de Mac Insular, una limpieza inicial. Además, el Ajuntament también se hizo cargo de el coste del tratamiento y la gestión de la basura según las tarifas actuales. En la tarea de evitar los vertidos, las empresas que se sitúan en el polígono también pusieron su grano de arena. En ese sentido, financian la vigilancia privada que hay en la entrada de Ses Veles.
Cambio de uso
Para consolidar la buena gestión, el Ajuntament propone hacer un cambio de usos del polígono. De este modo, el área podría acoger no solo empresas de reciclaje como en la actualidad, sino que todo tipo de entidades se podrían instalar en Ses Veles. «Aumentaría la actividad y el movimiento diario en la zona por lo que complicaría el vertido de escombros en las calles», argumenta el alcalde, Joan Toni Riera, en distintas ocasiones. En ese sentido, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, se comprometió a estudiar la posibilidad de ampliar los usos. En la última reunión con el Consell, uno de los puntos importantes que se ha solicitado es el cambio de usos del polígono para que pueda convertirse en un polígono de servicios, no solo de reciclaje.