Manacor ya está inmersa en sus tradicionales y esperadas Fires i Festes de primavera. Los Cossiers han sido los encargados este vierenes por la tarde de dar el ‘sus' a las celebraciones con sus danzas y colores que pasearon por toda la ciudad.
Como manda la tradición, los Cossiers arrancaron desde Ca la Dama, que este año ha sido encarnada por Núria Martí. La expectación, como suele ser habitual, fue elevada durante toda la tarde, ya que son muchos los seguidores de estas danzas. Tras recorrer el centro de la ciudad, llegaron puntuales al Claustre de Sant Vicenç Ferrer, donde a las 20.30 horas empezó el pregón. La que ha sido durante más de treinta años la bibliotecaria del IES Mossèn Alcover y propietaria del estanco del Tren, Isabel M. Riera Oliver, fue la pregonera de este año.
Envuelta del cariño de los centenares de vecinos que llenaron el Claustre, Riera realizó un viaje por la historia del municipio y algunos de los eventos más significativos para la ciudad desde lo que calificó «sus dos barrios», el del Tren y el del Convent. La llegada del tren a la localidad y como marcó un crecimiento urbanístico significativo, la inauguración de la fuente de la plaza de sa Mora, uno de los elementos del modernismo de la ciudad, parajes familiares de la Guerra Civil, las perlas Majórica, su propio nacimiento o, la recuperación dels Moratons, de la que fue partícipe directa, fueron algunas de las curiosidades que la pregonera expuso, siempre buscando la complicidad de los asistentes. Al parlamento no faltaron anécdotas personales y recuerdos para amigos y familiares que han marcado su vida.
También hubo hueco para la reivindicación. Por una parte, Riera pidió «a quién corresponda si nos podríais liberar de esta angustia existencial urbana. Tal vez, entre todos la podríamos convertir en un lugar más humano, ameno y verde», en alusión al barrio del tren. Y por otra, quiso defender la educación pública en catalán sacando una ‘camiseta verde' a la vez que pidió a los asistentes «rebeldía y desobediencia para defender nuestra lengua y nuestra cultura. Sencillamente, porque es nuestra lengua y nuestra cultura», como sentenció entre aplausos.