Los vecinos de tres núcleos de Marratxí suman esfuerzos y presionan al Govern para que tumbe la construcción de un gran parque solar en la zona residencial de Son Verí. La Associació de Veïnats de la zona presentó este martes 1.500 firmas -también de vecinos de Sa Cabaneta y de Sant Marçal- a la conselleria d'Empresa, Ocupació i Energia para que no dé el visto bueno a la instalación fotovoltaica que se ha proyectado en Son Verí. «Desde nuestras viviendas veremos un océano de placas solares. ¡Queremos un Marratxí para vivir y para disfrutar!», reivindican.
Se trata de un parque solar que contará con unas 30.000 placas solares y que se prevé que ocupe una superficie de aproximadamente 200.000 metros cuadrados. Uno de los argumentos que exponen los vecinos para que el Govern desestime el proyecto es la «degradación del medio y hábitat natural» que supondrá esta construcción. «Hay diversas especies protegidas que habitan en la zona, como la tortuga mediterránea, el erizo, y la tórtola europea». Además, también destacan que hay 81 especies de aves catalogadas «que demuestran el actual buen estado de salud de los ecosistemas».
El proyecto no solo alterará la vida de la fauna, sino también de los vecinos, ya que actualmente el terreno se ha convertido en un espacio verde de paseo y ocio, que se perderá si se construye el parque solar: «Aporta gran valor al municipio en términos paisaje, biodiversidad y calidad del aire. Hay vecinos que ahora ven una zona verde y que después verán placas solares» explicó ayer Javier Martínez, uno de los afectados.
El vecino también lamenta que con esta actuación «se favorecerá al cambio climático, ya que se elimina la vegetación, un elemento que consume CO₂». En esa misma línea explica que «la vegetación tiene buenas consecuencias para el calentamiento, baja la intensidad del calor, mientras que las placas lo proyectan».
Otra de las cuestiones que recalcan los vecinos es la necesidad de una planificación territorial antes de la construcción de parques solares: «Ubicarlos en suelo rústico no es idóneo y sobre todo sin antes haber planteado otras opciones como naves industriales». Los afectados concluyen que se trata de «un despropósito, fruto de una irresponsabilidad y falta de reflexión por parte del Govern sobre qué transición energética debe llevarse a cabo en Mallorca». Por todo ello, piden que se desestime el proyecto.