Durante todo el fin de semana, el color, el olor y el sabor de las naranjas impregnaron el centro de Sóller. La edición número dieciocho de la Fira de la Taronja se ha convertido estos días y especialmente durante el fin de semana en un aliciente adicional para atraer a miles de visitantes hacia el Valle de los Naranjos.
La Fira de la Taronja se declaró abierta el viernes por la tarde con un pregón leído por Sebastiana Massanet, de la finca Ecovinyassa, que reivindicó las naranjas como una de las señas de identidad del valle y la necesidad de que el trabajo de los productores sea debidamente valorado. A lo largo del sábado y de ayer domingo, los productos y actividades de todo tipo relacionados con el fruto estrella del municipio han puesto de nuevo el foco en la necesidad de seguir promocionando este cítrico que, a pesar de los esfuerzos de los agricultores y de su reconocida calidad, sigue teniendo dificultades de salida en un mercado inundado de productos de importación.
Animación
El desarrollo de la Fira se ha caracterizado un año más por su gran animación debida a la afluencia de un numeroso público y a la celebración de actividades gastronómicas y culturales paralelas. En la plaza Constitució, los visitantes disfrutaron de la exposición de variedades locales de cítricos organizada por la Cooperativa Sant Bartomeu y pudieron adquirir productos de todo tipo relacionados con las naranjas y los limones. También degustar productos gastronómicos elaborados con estas frutas locales, o adquirir artesanía relacionada, desde dulces a confituras, pasando por licores o jabones, entre muchos otros. La música no faltó a cargo de la Banda de Música y los Xeremiers de Sóller.
A lo largo de la mañana del domingo, los visitantes inscritos pudieron participar también en itinerarios culturales, por los principales huertos o para conocer la red de acequias que durante siglos ha servido para regarlos. Las Jornades Gastronòmiques de la Taronja se prolongarán hasta el día 28 en los restaurantes participantes.