Porreres rindió este sábado un sentido homenaje a las víctimas que lucharon por la II República y que este año tuvo una especial mención a todas aquellas mujeres, muchas de ellas víudas, que sufrieron la represión franquista y que lucharon como pudieron para sacar adelante a sus familias ellas solas. Eran, sobretodo, las esposa y hermanas de los represaliados –algunos asesinados y otros presos– que fueron víctimas por motivos sociales y sufrieron también sus consecuencias económicas para poder alimentar a sus familias. Así lo recordó ayer la alcaldesa de Porreres, Xisca Mora, en su intervención durante el acto que se llevó a cabo en el Racó de la Memòria, el lugar donde se llevó a cabo el fusilamiento de decenas de republicanos, tras el oratorio de la Santa Creu.
Hace ya más de 20 años que la Comissió de la Memòria organiza este acto de homenaje a las víctimas y lo hace con el apoyo de todos los partidos políticos presentes en la localidad junto a los familiares de las víctimas, un claro ejemplo del «consenso que hay en Porreres y el compromiso por la dignidad y la democracia», señaló Mora.
Durante el acto de ayer también emocionantes fue el testimonio de Margalida Serra, nieta de Climent Serra Servera, asesinado en Son Coletes. Con una visión muy personal, Margalida Serra desgranó a los presentes como vivió su familia la represión con dos hermanos asesinados (uno de ellos su abuelo) y otra hermana también víctima a la que ingresaron en el psiquiátrico. Serra también señaló a concordia de las víctimas que han contado sus vivencias pero que siguen sin dar el nombre de los autores de la represión. Una ofrenda floral en el Racó de la Memoria y posteriormente en la fosa del cementerio donde se encontraron restos de los represaliados puso punto final al acto.