La Comissió Balear de Medi Ambient (CMAIB) ha dado finalmente el visto bueno a la urbanización de la zona de Can Domingo de Marratxí. Se trata de una superficie de 26.159 metros cuadrados ubicados al sur del núcleo marratxiner de sa Cabaneta que hasta ahora no había conseguido el permiso para ser urbanizada al no garantizar un correcto sistema de depuración de las aguas.
Los promotores han subsanado la cuestión añadiendo al proyecto la instalación de un sistema de depuración autónomo temporal que depurará las aguas residuales de las futuras viviendas. El hecho es que el proyecto inicial preveía que la urbanización se conectará a la depuradora de Palma, aunque la CMAIB lo descartó porque ya está infradimensionada. En ese sentido la administración condicionó la urbanización de Can Domingo a la ampliación de la depuradora de Palma, aunque finalmente los promotores han optado por habilitar dicho sistema autónomo hasta que se ejecute la ampliación de la de Palma. Este sistema temporal podrá dar servicio a hasta 68 habitantes.
El espacio en el que se ejecutará la nueva urbanización está clasificado como suelo urbano con la calificación de zona residencial extensiva unifamiliar. El proyecto prevé la apertura de un vial central, desde el Camí de Can Domingo que permitirá el acceso a los futuros solares y por el cual se instalará la red de alcantarillado, la de agua potable, el alumbrado público, y las redes de baja tensión y de telefonía.
De la superficie resultan un total de 19 solares, dos de los cuales están calificados como espacio libre público. En ese sentido, son 17 los que podrán ser edificados en viviendas unifamiliares. La ejecución de las actuaciones se presupuesta en 359.961,79 euros y el tiempo de ejecución previsto es de seis meses. De todos modos, las obras de ejecución todavía no han empezado.
Respecto a los impactos en el entorno que pueda tener está actuación, la CMAIB solo destaca la afectación en el paisaje. Por ello, se exige a los promotores que se atienda a todo lo que dispone el Pla Territorial de Mallorca en ese sentido. «El paisaje que envuelve el proyecto está valorado con un grado alto, muy alto o extraordinario sobre Integración Paisajística y Planeamiento Coherente.
Cuanto al medio ambiente, «se puede descartar la existencia de impactos o efectos significativos» por lo que también se exime a los promotores de realizar un estudio exhaustivo en ese sentido. Eso sí, se enumera una retahíla de condicionantes como realizar una inventario de las especies afectadas; se prohibe la quema de restos agrícolas; se obliga a aplicar principios de xerojardineria (para reducir el consumo de agua); se obliga al uso de energías renovables; a mantener los tramos de pared de piedra en seco, entre muchas otras. Además también se recomienda que el Ajuntament o los promotores instalen una red de pluviales.