El muelle de Cala Rajada está cambiando poco a poco su fisonomía. Tras las obras de refuerzo del dique, para mejorar la seguridad, ahora se afronta la segunda fase de un ambicioso proyecto que supondrá una remodelación del espacio con la construcción de un nuevo edificio multiusos, con una inversión total de 2,1 millones de euros. El proyecto de Ports IB está en fase de exposición pública para que los afectados puedan hacer las alegaciones que estimen pertinentes.
Con esta actuación lo que se pretende es la reordenación de usos del puerto. Y es que en la explanada conviven diferentes usos: el pesquero, pequeños cruceros y el resto de embarcaciones deportivas en tráfico. Como parte de este proyecto se prevé también la ejecución de parte de la urbanización del puerto de Cala Rajada.
Así se contempla un nuevo edificio que albergará cafetería- restaurante, puntos de venta de tickets para las embarcaciones de recreo, almacenes de servicio y unos baños de usos restringido para usuarios del puerto. En la planta baja estarán las taquillas de empresas dedicadas a excursiones marítimas y al alquiler de embarcaciones evitando las interferencias generadas por la actividad turística respecto a las actividades pesquera y deportiva. En la planta primera se mantendrá el restaurante.
Este edificio será la transición entre el pueblo y el puerto. El edificio se distribuye en dos niveles, en el superior, conectado al paseo, se asocia al uso de la restauración y en el inferior, la explotación del puerto. Previamente se realizará la demolición del actual edificio, de parte de los pavimentos y del mobiliario urbano para implantar nuevos elementos más adaptados a la nueva configuración de usos del puerto.