Unas 300 personas han marchado este mañana de la estación de ferrocarril de Son Carrió hacía Son Servera para demostrar que la lucha por la llegada del tren de Llevant sigue más viva que nunca después de un cuarto de siglo. La marcha ha sido tan reivindicativa como conmemorativa pues este 2023 se han cumplido 25 años de la que fue la primera marcha por el tren de Llevant.
Los participantes han ido llegado poco antes de las 10 horas. Desde Son Servera, Artà o Manacor pero también de fuera del Llevant. Todos han querido sumarse a la causa. Mientras se esperaba la salida se sucedían los encuentros. «Mira como estaba hace 25 años», exclamaba una de las participantes mientras mostraba una foto de aquella primera marcha.
Poco después de la hora prevista los organizadores daban el ‘sus'. Ha sido entonces cuando han brotado la rabia y la emoción a partes iguales y la espontaneidad ha salido al grito unánime de Volem Tren! Después, entre recuerdos y reivindicación la marcha ha empezado su camino y ha llenado las vías de esperanza y de camisetas azules, diseñadas especialmente para este aniversario. Dos horas después los caminantes han llegado a la estación de Son Servera para seguir celebrando con una comida popular.
Polémica
El punto polémico ha llegado con la participación de los políticos en esta marcha. Alcaldes socialistas de la zona, o la ex presidenta del Consell, Catalina Cladera y el portavoz de la agrupación, Iago Negueruela se han dejado ver por Son Carrió. También lo han hecho algunos miembros de Mes. Una situación que ha provocado el malestar de algunos convocantes y asistentes que han tildado de «vergonzosa» su asistencia al acto. Por su parte, los socialistas han defendido su gestión y han matizado que ahora «exigiremos que se ejecute el tren de Llevant».
Paralelamente a la marcha, el Teatro de Son Servera se ha convertido en historia viva de esta lucha que representa «el fracaso colectivo más grande la historia» con el testimonio de personas que han vivido de cerca estos 25 años. Un cuarto se siglo después la demanda del tren de Llevant ha vuelto a sacar músculo conscientes que «está todo hecho y queda todo por hacer. Tenemos las vías, pero nos falta el tren».