El juez ha absuelto a la exacaldesa de ses Salines Maria Bonet (PP) de un delito de prevaricación urbanística. Así se ha resuelto esta semana después de que la Fiscalía Anticorrupción retirase la acusación contra la ex primera edil dado que la supuesta irregularidad había sido legalizada. Este fallo judicial se suma al de la Audiencia Provincial de hace dos años mediante el que también se absolvió a Bonet de un delito de obstrucción a la Justicia por el que la Fiscalía Anticorrupción le reclamaba tres años de prisión. La exalcaldesa estaba acusada de iniciar un expediente disciplinario y de acosar durante meses a dos arquitectos municipales que habían denunciado una serie de irregularidades en la gestión del urbanismo municipal. Los funcionarios (el arquitecto municipal y la arquitecta técnica) han presentado en los últimos años una batería de denuncias contra la exedil, ocho en total. De ellas, cinco fueron archivadas en el juzgado de Instrucción y dos han sido absoluciones.
La primera denuncia quedó archivada porque el juez no vio indicios de ningún abuso de poder por parte de la política, pero quedaba pendiente la resolución de una segunda pieza del año 2015 cuando Anticorrupción imputó a Bonet un presunto delito prevaricación por omisión relacionado con las obras de ampliación del hotel Villa Chiquita, que se encuentra en la Colònia de Sant Jordi.
Según ha podido saber este periódico, varios informes municipales eran contradictorios y Bonet solicitó otro informe a una empresa externa. Ahora, y después de casi diez años, la Fiscalía ha comprobado toda la documentación aportada por la exalcaldesa y ha solicitado la absolución de Maria Bonet. El juez ha dictado, sin ni siquiera celebrarse un juicio, la absolución y ha suspendido de manera definitiva la vista prevista para el 22 de noviembre de este año a las 9.30 horas.
«Una patraña»
El alcalde de ses Salines, Juan Rodríguez (PP), aseguró que «desde siempre ha estado claro que no había ningún tipo de delito por parte de Maria Bonet en toda esta trama» y calificó la larga trayectoria judicial basada en las denuncias de los dos arquitectos municipales de «una verdadera patraña». Rodríguez lamentó los hechos y aseguró que «todo el daño que se ha hecho tanto a Maria Bonet como al pueblo de ses Salines no se podrá pagar con todo el dinero del mundo».