La finalización de las obras de reforma de la carretera de Inca a Sineu, con la construcción de una rotonda en el cruce de Costitx, puso fin este lunes a una reivindicación histórica de los vecinos de estos municipios, al eliminarse uno de los puntos con mayor siniestralidad de esta transitada vía.
Las obras, además de la construcción de la rotonda en el cruce que da acceso a Costitx, han incluido la renovación del pavimento a lo largo de los 12 kilómetros del tramo Inca - Sineu, sin ampliación de la calzada. El presupuesto ha sido de dos millones de euros y los trabajos –pese a las dificultades iniciales para adjudicarlos– han finalizado antes de plazo, según explicó ayer el conseller insular de Mobilitat i Carreteres, Iván Sevillano, quien visitó la zona junto con la presidenta del Consell, Catalina Cladera, la directora insular de Infraestructuras, Olga Martínez; y los alcalde de Costitx, Antoni Salas; Sineu, Tomeu Mulet e Inca, Virgilio Moreno.
Satisfacción
Cladera destacó la «satisfacción del Consell porque hemos eliminado un punto peligroso y hemos hecho una mejora muy necesaria de esta carretera, en poco tiempo y con pocas molestias». Sevillano, por su parte, señaló que «esta obra forma parte del compromiso adquirido con los tres alcaldes y de nuestro plan de mejora de carreteras de la red secundaria que habían sido olvidadas a lo largo de los años».
La mayor satisfacción era, sin duda, la de Antoni Salas, quien explicó que «era una obra muy necesaria que los costitxers demandábamos desde hace años y con una gran aceptación social», concluyó.